Hasta el tope

Una frase que a mí me encanta es "no hay placer en no tener nada que hacer; lo divertido es tener mucho que hacer y no hacer nada". Sin embargo, en la fase donde me encuentro no puedo aplicarla: final de semestre, final de carrera.

Y es que este semestre ha sido de locos, primero porque de repente tuve un encuentro frente a frente con el tema de tesis, un asunto que tardé mucho tiempo definir; posteriormente el panorama cambió, se acerca el final de la carrera: hay que pensar en el servicio social, la acreditación de idiomas, en redactar la tesis (que implica horas de investigación, buscar un asesor y el típico trámite burocrático) y, paralelamente a todo esto, cursar las optativas.

En realidad creo que llevar cuatro materias en los últimos semestres es un abuso, por ejemplo, este semestre tengo que entregar cuatro trabajos finales, tres exposiciones y dos exámenes, además de dedicarle el tiempo suficiente a la investigación del proyecto de tesis. En los próximos semestres, auguro que será lo mismo, lo más preocupante es que con todas las tareas y tiempo que nos demandan las demás materias nos queda muy poco tiempo para dedicarle al proyecto de tesis.

Es por todo lo anterior que digo que este semestre ha sido de locos, sobre todo por las últimas dos semanas de clases donde todos los trabajos, exposiciones y exámenes finales se juntan, lo que hace que se genere una carga excesiva de tareas.